Los precios mundiales de los alimentos subieron de forma significativa en noviembre, alcanzando su nivel más alto en más de dos años, impulsados por los incrementos de los precios internacionales de los productos cárnicos y los aceites vegetales.
El Índice de precios de los alimentos de la FAO, registró una media de 177,2 puntos a lo largo del mes, lo que supone un aumento del 2,7 por ciento con respecto a octubre y del 9,5 por ciento en relación al mismo período del año anterior. El índice hace un seguimiento de la variación mensual de los precios de los productos alimentarios básicos en los mercados internacionales.
El índice de precios del aceite vegetal de la FAO aumentó un 10,4 por ciento en noviembre, debido a que las cotizaciones del aceite de palma aumentaron en medio de una fuerte demanda mundial de importaciones, un mayor uso para la producción de biodiesel y las expectativas de una posible escasez de suministros el año próximo. También subieron los precios del aceite de colza y del de soja.
El índice de precios de la carne de la FAO subió un 4,6 por ciento, su mayor incremento intermensual en más de una década. Las cotizaciones de las carnes de vacuno y ovino fueron las que más subieron, impulsadas por la fuerte demanda de importaciones, sobre todo de China, antes de las festividades de fin de año. Hubo subidas igualmente para los precios de la carne de cerdo y de la de aves de corral.
El Índice de precios del azúcar de la FAO se incrementó por su parte un 1,8 por ciento en relación a octubre, impulsado por las crecientes indicaciones de que el consumo mundial de azúcar en el próximo año superará a la producción, mermada por unas condiciones de crecimiento lejanas a las ideales en Tailandia, India, Francia y los Estados Unidos de América.
Por el contrario, el índice de precios de los cereales de la FAO disminuyó un 1,2 por ciento en medio de una fuerte competencia entre los principales exportadores de trigo a nivel mundial. Los precios del arroz también bajaron, mientras que los precios de las exportaciones de maíz de EEUU permanecieron bajo presión a la baja, incluso cuando los de Argentina y Brasil mostraron en general mayor firmeza.
El índice de precios de los productos lácteos de la FAO subió ligeramente respecto a octubre, empujado por entrar la producción lechera en Europa en su descenso estacional, y con una demanda mundial que se mantuvo sólida.
Prevista una producción récord de cereales en 2019
La FAO dio a conocer además una nueva previsión sobre la producción mundial de cereales para 2019, en la que se prevé una cosecha sin precedentes de 2 714 millones de toneladas, que sería un 2,1 por ciento superior a la de 2018.
La última revisión al alza, contenida en la nueva Nota informativa de la FAO sobre la oferta y la demanda de cereales -que también se ha publicado hoy-, refleja rendimientos de cereales secundarios superiores a los previstos anteriormente en China, la Federación de Rusia y Ucrania. La producción mundial de cereales secundarios, incluido el maíz, se prevé actualmente en 1 433 millones de toneladas, ligeramente inferior al nivel récord registrado en 2017.
Tras una revisión al alza para la Unión Europea, se prevé ahora que la producción mundial de trigo en 2019 aumente en un 4,8 por ciento respecto a 2018, hasta alcanzar los 766,4 millones de toneladas. La producción mundial de arroz podría situarse en los 515 millones de toneladas, solamente un 0,5 por ciento menos que el récord establecido en 2018, con Egipto, Madagascar y Nigeria destinados a encabezar un repunte de la producción africana de arroz esta temporada.
La previsión de la utilización mundial de cereales de la FAO para 2019/20 es de 2 709 millones de toneladas, lo que supone un aumento de unos 21 millones de toneladas respecto a la temporada anterior. Se espera ahora que las existencias mundiales de cereales al cierre de la temporada 2020 alcancen los 863 millones de toneladas. A este nivel, el coeficiente mundial de existencias de cereales en relación con la utilización se acercaría a un nivel relativamente alto del 31 por ciento, lo que pone de manifiesto una situación de suministro mundial cómoda. Se prevé que el comercio mundial de cereales en 2019/20 será de 416 millones de toneladas, un 1,1 por ciento más que en 2018/19.
La meteorología adversa afecta a las cosechas de cereales en África oriental y austral
En la actualidad hay 42 países que necesitan ayuda alimentaria externa, según el informe trimestral de la FAO Perspectivas de cosechas y situación alimentaria, también publicado hoy.
En comparación con la edición de septiembre del mismo informe, Zambia -afectada por la sequía y los precios récord de los alimentos básicos-, se ha añadido a una lista que incluye a Afganistán, Bangladesh, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camerún, Chad, Congo, República Centroafricana y República Popular Democrática de Corea, República Democrática del Congo, Djibouti, Eritrea, Eswatini, Etiopía, Guinea, Haití, Iraq, Kenya, Lesotho, Liberia, Libia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Níger, Nigeria, Pakistán, República Árabe Siria, República Democrática del Congo, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Uganda, Venezuela, Yemen y Zimbabwe.
El informe proporciona además detalles sobre las inundaciones que siguieron a una sequía severa anterior, mermando las expectativas de las cosechas en África oriental y las condiciones climáticas adversas que causaron una fuerte disminución de la producción agrícola en África austral. Las malas cosechas y los precios muy altos de los alimentos básicos en Zimbabwe, unidos a una economía que se ha deteriorado drásticamente, duplicarán posiblemente el número de personas en situación de inseguridad alimentaria en el país durante el primer trimestre de 2020.
Si bien se prevé que la producción de cereales de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) de África disminuya debido a las condiciones meteorológicas adversas, está previsto que aumente la de los PBIDA en Asia, en especial en Afganistán y Siria.
Fuente: FAO